miércoles, 18 de agosto de 2010

PERIÓDICO SAN CRISTÓBAL ILOPANGO.


Los nuevos areópagos para la evangelización de los pueblos se llaman Medios de Comunicación Social pues en ellos nos damos cita la mayoría de nosotros. Ver nacer un periódico es una suerte que nos convierte en testigos privilegiados de un ente que puede llegar a ser un referente religioso.
La comunidad parroquial de Ilopango es numerosa y su quehacer pastoral es variado, por lo que ya era hora de que tuviera su periódico para que todos estén informados de lo que ha ocurrido y lo que van a hacer los de las otras zonas de nuestra parroquia. Nace este periódico con el objetivo de que se convierta en canal de información para todos los que conformamos la comunidad de la parroquia, en él irán apareciendo el ser y el que hacer de la comunidad cristiana local, diocesana y universal, aunque de estos últimos sólo algunas pinceladas, pues el objetivo principal es que la comunidad local esté bien informada.
La publicación será mensual, aunque el deseo es que llegue a ser quincenal. Sin duda el mayor reto con el que nos enfrentaremos es la puntualidad en la publicación y la permanencia en el tiempo. Iniciar es fácil, permanecer es difícil, pero no imposible.
Junto con el periódico impreso en papel también nace el periódico digital y el blog para que más jóvenes cibernatizados sepan dónde encontrarse sanamente.
Ánimo que el camino es durio, pero los frutos sabrosos. Encomendamos al Sagrado Corazón de Jesús los frutos de este instrumento de comunicación.

AL SERVICIO DE LA INFORMACIÓN


La Comisión de Medios de Comunicación de la Parroquia de San Cristóbal, Ilopango, es un grupo de jóvenes que mes a mes llevarán hasta sus hogares la información más completa y objetiva sobre el acontecer eclesial, informativo, cultural y religioso.
Asímismo serán los encargados de plasmar todas las actividades relacionadas con la agenda parroquial entre estos: eventos religiosos, convivios, talleres y todas aquellas actividades realizadas por las comunidades eclesiales de base (CEB´S). de los diferentes sectores de Ilopango; como las fiestas patronales, donde se realizará una cobertura periodística a fin de contribuir a la masificación de los eventos culturales tradicionales.
Esta información será divulgada a través de un periódico informativo que circulará una vez al mes en los diversos sectores del municipio. Éste contendrá temas espirituales que ayudarán a cultivar su fe cristiana, a conocer más sobre aquellas personas que por haber tenido una vida mártir hoy en día son los santos y santas de Dios, quienes alientan a la sociedad a imitarlos y a llevar una vida ejemplar aun a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI.
También se elaborará una reseña histórica sobre la vida de Monseñor Fabián Amaya, quien fuere, un padre, amigo y guía espiritual para muchos de los habitantes de Ilopango, quienes reconocen el carisma servicial que siempre demostró hacia los más necesitados.
Esta información será coleccionadá para en un futuro muy próximo elaborar un libro sobre su incansable lucha por los más indefensos y conocer mes a mes a través de sus escritos el por qué muchas personas enaltecen su vida ejemplar.
Todas las actividades realizadas por esta comisión serán respaldadas por el sello cristiano católico al que pertenecen por lo cual se asegura la transparencia y veracidad en cada uno de los contenidos elaborados.

Monseñor Fabián Amaya Torres (1931-2001)


Nació el 19 de enero de 1931, en la ciudad de Chalatenango, siendo el último hijo de nueve. Sus padres fueron: don Cecilio Amaya y doña María Torres de Amaya.
Cursó sus estudios filosóficos y sus dos primeros años de teología en el Seminario San José de la Montaña, terminó su formación eclesiástica en la Pontificia Universidad de Comillas (Madrid, España). Fue ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1957; estudió publicidad y radio en la Universidad de periodismo, anexa de la Universidad de Madrid.
Regreso a El Salvador en 1960, su trabajo pastoral lo desarrolló entre Chalatenango e Ilopango, en este último lugar se entregó durante 40 años, donde se caracterizó por ser una persona sencilla, pobre y muy humana; se entregó de manera especial e incondicional al servicio de los más pobres y marginados de la sociedad, caminando y acompañando en los momentos más difíciles a este su sufrido pueblo.
Aprovechó sus estudios de periodismo dirigiendo el periódico Orientación, siendo a su vez Vicario pastoral de la Arquidiócesis de San Salvador.
Monseñor Romero, lo nombró vicario episcopal del Departamento de Chalatenango, el cual le sirvió en su testimonio personal y vicarial.
Su ejemplo nos recuerda y nos anima a seguir sus pasos, pues él siempre fue perseverante en la construcción del Reino de Dios; asímismo donó su vida totalmente al mandato y voluntad de Dios sin esperar nada a cambio.
El sábado 12 de mayo de 2001, a la edad de 70 años, entrega su alma al creador dejándonos un legado espiritual profundo entre sus feligreses y una vida oblativa de amor a Dios y al prójimo.
Gracias Monseñor Fabián por su entrega incondicional a la construcción del Reino, esperando algún día encontrarnos en la gloria del Señor, hoy te recordamos como lo que eres y serás para nosotros: nuestro gran pastor.

UN PATRONO MÁRTIR


Según cuenta la tradición San Cristóbal o Relicto el cual fuere su verdadero nombre, era el hijo de un rey cananeo. Se presume que nació en Sidón o Tiro en la primera mitad del siglo III D.C. y su muerte se produjo entre el año 249y el 251 D.C. durante la persecución de Decio.
Durante su juventud se puso al servicio de un emperador romano llamado Gordiano. Sin embargo él siempre buscó ponerse a la merced del rey más grande de la tierra.
Su conversión se produjo en la región de Licia donde gracias a su formidable tamaño y fuerza, empezó a transportar viajeros para que cruzasen el rio de un lado a otro, hasta que un día vio un niño en la orilla, al que le preguntó qué quería, el niño le respondió “que le pasase a la otra orilla”. Al cogerlo al hombro sintió un gran peso, éste le pregunto el por qué de su gran peso siendo tan solo un niño; Este le respondió que pesaba más que el mundo entero, pues era el Creador del mundo. "Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado, desde ahora te llamarás Cristóbal, y ten presente que a cualquiera que ayudes me ayudarás a mí".
Desde entonces se llamó Cristóbal, que significa portador de Cristo, además el niño le prometió que el báculo que portaba en la mano florecería y se llenaría de frutos, lo cual sucedió tal y como aquel niño le había dicho.
Tras este episodio Cristóbal fue bautizado por el Patriarca Babilas en su basílica de Antioquía. Sin embargo, tiempo después salió un edicto del emperador Decio obligando a hacer sacrificios a los dioses paganos y persiguiendo a los cristianos que se negasen a ello.
Dagón, gobernador de Licia, puso en ejecución el decreto y entre otros muchos, San Cristóbal fue detenido e interrogado, pero como se negó a adorar a un Dios pagano fue sometido a multitud de tormentos, como la flagelación con varillas de hierro, imposición de un casco de hierro al rojo vivo sobre la cabeza, lo pusieron vivo sobre una parrilla la cual no quemó su cuerpo y como último recurso fue asaetado sin resultado; por lo que luego le cortaron la cabeza, no sin antes haber obrado el milagro donde el propio gobernador se convertiría al cristianismo.
San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo en España. Él sin duda inspira protección y confianza, razón por la que desde tiempos antiguos se convirtió en el patrón de los caminantes y automovilistas. Sus admiradores, para simbolizar su fortaleza, su amor a Cristo y la excelencia de sus virtudes, le representan de gran corpulencia, con Jesús sobre los hombros y con un árbol lleno de hojas por báculo, tal como está presente en el templo parroquial al centro de la ciudad de Ilopango, donde sus fiestas patronales se celebrán del 1° al 15 de noviembre

domingo, 15 de agosto de 2010

LA EUCARISTÍA: ¿PRESENCIA REAL O SIMBÓLICA DE CRISTO?

Este es el tema central de nuestra discusión, por eso es que la Eucaristía es llamada el Sacramento de nuestra fe. Nosotros los católicos aceptamos, siguiendo las palabras del mismo Jesús, que durante la Misa bajo las especies de pan y de vino, tras la consagración por el sacerdote, se hace presente, realmente, Jesucristo: en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Para los judíos hablar del cuerpo y sangre de alguien, significaba hablar de la totalidad de la persona. Por eso, Jesús, cuando instituye este sacramento, dice: 'Esto es mi cuerpo … Esta es mi sangre'. En otras palabras nos está diciendo que en el pan y el vino consagrados se encuentra la plenitud de su persona. Como Jesús es Dios y Hombre verdadero, entonces, se halla presente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y Divinidad de Nuestro Señor.

Veamos que ya en el Antiguo Testamento, se consideraba que era necesario el derramamiento de sangre de la víctima ofrecida a Dios en reparación de los pecados:

Lv 5.9 Rociará con su sangre la pared del altar y derramará el resto de la sangre al pie del altar: es un sacrificio por el pecado.

Jesús es el nuevo cordero, el Cordero de la Nueva Alianza, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, como repite la Iglesia continuamente en todas las Misas que se celebran a lo largo del mundo: 'Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a esta cena':

Jn 1.36 Mientras Jesús pasaba, se fijó en él y dijo: 'Ese es el Cordero de Dios'.

Cuando Jesús instaura la Eucaristía, no habla en sentido figurado o simbólico, como dicen equivocadamente nuestros hermanos protestantes.

El lenguaje usado por Cristo durante la Última Cena no puede ser más evidente. Jesús dice: 'Esto ES mi cuerpo… Esta ES mi sangre' y no 'Esto REPRESENTA …'. Nuestro Señor habla con claridad, sin dejar lugar a dudas:
Mt 26.26-28 Jesús tomó pan, … lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: 'Tomen y coman; esto es mi cuerpo'. Después tomó una copa, … y se la pasó diciendo: 'Beban todos de ella: esto es mi sangre, la sangre de la Alianza que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados'.

Jóvenes realizan caminata y reflexionan sobre el mundo y sus cambios


Alrededor de 30 jóvenes pertenecientes a las diferentes zonas de la parroquia de Ilopango participaron en la caminata denominada "Vivo en un mundo de cambios"
La caminata se realizó el jueves 5 de agosto en El cerro de Guazapa con el objetivo de concientizar a los jóvenes en medio de un ambiente natural, que vivimos en un mundo que va cambiando constantemente y que los jóvenes son parte fundamental de este cambio.
El recorrido de la caminata fue de 6 kilómetros, bajo un clima fresco los jóvenes marcharon hacia el lugar donde se había preparado un descanso y convivio con el creador, principal guía de esta caminata.
El grupo fue dividido en 4 tribus las cuales se llamaron: tribu de Samuel, tribu de Juan, tribu de Abraham y la tribu de Jeremías conformada cada una por 7 jóvenes. En el lugar en donde se había preparado un pequeño descanso se impartió el primer tema que fue titulado "Vivo en un mundo de cambios". Dentro de este tema se escucharon los cambios que los jóvenes han notado en el ámbito social, cultural y espiritual.
Después de un pequeño descanso siguieron caminando un poco más. Llegado al lugar destinado de descenso, donde descansaron y disfrutaron del almuerzo. Luego de esta pausa, se reflexionó un segundo tema titulado "Debo descubrir los designios de Dios en los acontecimientos", acompañado de las lecturas de Mateo 5, 13-16 (Ser Sal y Luz para el mundo); en donde los jóvenes reflexionaron de que manera pueden ser sal y luz para el mundo.
Y asímismo se reflexionó un hecho de la vida de nuestro mártir Mons. Romero, quien dijo: "El martirio es una gracia que no debo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea semilla de libertad y la señal de que la esperanza, será pronto una realidad". De esta manera concluyo la caminata en la cual muchos jóvenes compartieron sus experiencias.

Fiesta en honor al Divino Salvador del Mundo Sector III Apulo




Bajo un ambiente de fiesta, cantos, gallardetes de colores y cohetes, los miembros del sector 3 de Dolores Apulo, celebraron el pasado 4 de Agosto, sus fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo.

La ceremonia de conmemoración fue precedida por el Párroco de la zona, Nelson Díaz. A este evento acudieron miembros de los diferentes sectores del municipio de Ilopango quienes se dieron cita en el lugar para acompañar y ser partícipes en dicha solemnidad.

Bajo un ambiente de festividad, esta celebración seguia su curso. En la lectura del Santo Evangelio de San Lucas se describe cómo en el momento en que el Señor oraba, su rostro cambiaba de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes; tan blancas como la nieve.

Además, en la homilía se recordó dos obligaciones que San José María Vianey insta a cumplir, las cuales son "Amar y Orar".Características importantes que como católicos se deben cumplir, para lograr un buen caminar en la vida cristiana.

También se invitó a creer y practicar la oración, donde se pida ser transformados de la crisis social en la que se vive y, de esta forma confiar en el poder de orar con fe, esto como una alternativa para solucionar los obstáculos y adversidades que la vida presenta.

Posteriormente los miembros del sector 3 de Apulo, presentaron una canasta con frutas; como un signo de los frutos que como sector han dado por medio de la evangelización.

Al finalizar, los asistentes a la celebración pudieron disfrutar de un exquisito refrigerio preparado por los miembros de la zona.

¡¡¡Muchas felicidades en sus fiestas, y que Dios Todopoderoso derrame sobre ustedes infinitas bendiciones!!!.

El Espíritu Santo Fortalece a la Parroquia




El pasado martes 3 de agosto dio inicio en el Centro Escolar Católico San Francisco La Selva, el retiro de iniciación cristiana en El Espíritu Santo, que fue organizado de manera conjunta por las tres comunidades de Renovación Carismática Católica (RCC) quienes se reúnen en la parroquia, en las zonas de Apulo, La Selva e Ilopango.

Este retiro dio inicio a las seis de la tarde con la Santa Misa presidida por el P. Nelson Díaz. El retiro se prolongó hasta el viernes 6 de agosto. En él participaron 29 nuevos hermanos que tuvieron su encuentro personal con Jesucristo y una renovada efusión del Espíritu Santo que los impulsa a vivir una nueva vida en el Señor.

Además participaron como servidores, miembros de las tres comunidades de RCC, quienes con mucho cariño, devoción y esfuerzo dieron lo mejor de sí en cada servicio a ellos confiado. Durante el retiro se contó con la exposición permanente de Jesús Sacramentado, quien fortalecía tanto a los servidores como a los hermanos que vivieron esa experiencia espiritual. El P. Nelson ofició las confesiones, el acto Penitencial y la misa conclusiva del día viernes; en dicha eucaristía el padre exhortó a los nuevos miembros, a bajar de la montaña, a la realidad cotidiana, como Pedro Santiago y Juan, después de ver al Señor Jesús transfigurado,

Incitó además a perseverar y a alimentarse de la palabra, la oración y los sacramentos, pues en ellos está el crecimiento espiritual.

El retiro es una alegría para todos, pues es un gozo que más miembros deseen guiar su vida en Cristo. También esto consolida los lazos de unidad parroquial entre los hermanos.

Animamos pues a todos auqellos que hicieron su retiro, a perseverar en el amor de Dios y felicitamos a los miembros de RCC por hacer parroquia, asímismo agradecemos al P. Nelson por guiarnos en la unidad, la oración y la fe.

Catesismo de la Iglesia Católica. (compendio)

Ante todo, el Compendio no es una obra autónoma ni pretende de ningún modo sustituir al Catecismo de la Iglesia Católica: más bien remite a él constantemente, tanto con la puntual indicación de los números de referencia como con el continuo llamamiento a su estructura, desarrollo y contenidos. El Compendio, además, pretende despertar un renovado interés y aprecio por el Catecismo, que, con su sabiduría expositiva y unción espiritual, continua siendo el texto de base de la catequesis eclesial de hoy.

Como el Catecismo, también el Compendio se articula en cuatro partes, correspondientes a las leyes fundamentales de la vida en Cristo.
La primera parte, titulada "La profesión de la fe", contiene una oportuna síntesis de la lex credendi, es decir, de la fe profesada por la Iglesia Católica, tomada del Símbolo Apostólico, ulteriormente explicitado y detallado por el Símbolo Niceno-Constantinopolitano, cuya constante proclamación en la asamblea cristiana mantiene viva la memoria de las principales verdades de la fe.

La segunda parte, titulada "La celebración del misterio cristiano", presenta los elementos esenciales de la lex celebrandi. El anuncio del Evangelio encuentra, efectivamente, su respuesta privilegiada en la vida sacramental. En ella los fieles experimentan y dan testimonio en cada momento de su existencia, de la eficacia salvífica del misterio pascual, por medio del cual Cristo ha consumado la obra de nuestra redención.

La tercera parte, titulada "La vida en Cristo", presenta la lex vivendi, es decir, el compromiso que tienen los bautizados de manifestar en sus comportamientos y en sus decisiones éticas la fidelidad a la fe profesada y celebrada. Los fieles, en efecto, están llamados por el Señor Jesús a realizar las obras que se corresponden con su dignidad de hijos del Padre en la caridad del Espíritu Santo.

La cuarta parte, titulada "La oración cristiana", ofrece una síntesis de la lex orandi, es decir, de la vida de oración. A ejemplo de Jesús, modelo perfecto de orante, también el cristiano está llamado al diálogo con Dios en la oración, de la que es expresión privilegiada el Padre Nuestro, la oración que nos enseñó el mismo Jesús.

sábado, 14 de agosto de 2010



"BENDITO SEAS SALVADOR DIVINO"
Entre cantos y plegarias miles de salvadoreños se dieron cita en los alrededores de la catedral metropolitana, para ser partícipes en la representación de la transfiguración de nuestro señor Jesucristo en la tan conocida "bajada", que por más de 400 años ha sido el centro de los festejos capitalinos.
La lluvia no impidió que los feligreses custodiaran a su Santo Patrono durante su recorrido por la calle Rubén Darío, donde lucía su vestidura color carmesí, adornado con lirios de color rosa y llevado en andas por un grupo de agentes de la Policía Nacional Civil,en un trayecto del recorrid, acompañado a la vez por pancartas, banderas y estampas que llevaban algunos de los creyentes.
Otro grupo muy grande de personas aguardaba pacientemente en medio de cantos religiosos y rosarios marianos en las afueras de la catedral esperando la llegada de El Divino Salvador por lo que se unían a una sola voz con el coro parroquial quienes animaban a los asistentes. Durante la conmemoración de la Transfiguración del Señor, el líder religioso de la Iglesia Católica explicó la importancia de la unidad como una alternativa para enfrentar la problemática social existente.

"Pedimos hoy al Divino Salvador del Mundo que ilumine a los líderes de nuestra nación para que prime en sus decisiones el bien común en el desarrollo de una auténtica agenda de nación; enfatizó, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas.
Palabras que sin duda hicieron eco entre los presentes invitándoles a respetarse los unos con los otros tal como Jesús nos lo manda a través de los sagrados mandamientos.
Al momento de redescubrirse Jesús con su túnica blanca, bordada con lentejuelas doradas; el cielo se iluminaba con los fuegos artificiales y se llenaban de gozo los feligreses con los himnos religiosos entonados a una sola voz y celebrando la transfiguración del Divino Salvador del Mundo.

Una tradición heredada por décadas

La adoración al Divino Salvador se fundamenta en el relato de la Biblia que dice que llegando Jesús al pie del monte Tabor, el Señor escogió a tres de sus discípulos: Pedro, Santiago y Juan para que le acompañaran y fueran testigos de uno de los momentos más gloriosos en su vida humana.
La Biblia explica que al llegar a la cúspide del cerro, Jesús se transfiguró de hombre a Dios, sus vestiduras rojas se volvieron radiantes como la luz y más blancas que la nieve.
En el país la celebración de la transfiguración de Jesucristo inició el sexto día de agosto de 1528. Sin embargo desde 1777 a 1963 la procesión iniciaba desde la iglesia El Calvario hacía la Plaza de Armas que ahora es el parque Libertad y era ahí en donde se hacia la transfiguración. Posteriormente se dirigía hasta la catedral metropolitana donde los bomberos bajaban la imagen y un grupo de personas la introducían a catedral.
Así transcurrieron muchos años hasta que en 1973 el Arzobispo y Monseñor Luis Chávez y González, decidió que la salida fuese de la basílica del Sagrado Corazón. Sin embargo, los salvadoreños no dudaron en hacer el reclamo al señor arzobispo por tal decisión.
Entonces prometió que todos los cincos de agosto por la mañana, el Divino Salvador del Mundo visitaría la iglesia El Calvario para después, llegar en procesión hasta la basílica del Sagrado Corazón donde en la tarde emprendería su regreso hasta catedral metropolitana y, a su llegada, se haría la transfiguración del Divino Salvador del Mundo, patrono de los salvadoreños.